El anillo, hecho a mano, presenta una pátina única de oxidaciones verdes, azules y
turquesas que evocan la belleza y los tonos del mar.
Cada patina es exclusiva, ya que la oxidación se desarrolla de manera diferente en cada
pieza, creando matices y combinaciones de colores que recuerdan a las aguas profundas,
las olas que se estrellan y la tranquilidad del océano.
La superficie del anillo está cuidadosamente trabajada para resaltar estas tonalidades,
brindando una sensación orgánica, como si la pieza hubiera sido sumergida en el mar
durante años.
Además, su forma puede incluir detalles sutiles, como texturas que imitan
las corrientes marinas o elementos marítimos, estableciendo una conexión visual con el
mundo acuático.
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